18 de Julio: San Camilo de Lelis
SAN CAMILO DE LELIS
Confesor
n. 1550 en Abruzzi, Italia
† 14 de julio de 1614 en Génova, Italia
Patrono de los hospitales y trabajadores de hospital; enfermeros; enfermos.
Padre mío, si es posible, pase de mí este cáliz; sin embargo, no se haga como yo quiero sino como tú quieres.
Mateo 26, 39

Después de una juventud disipada, San Camilo se convirtió a la edad de 25 años, y más tarde comenzó sus estudios para llegar a ser sacerdote y poder así asistir más útilmente a los enfermos en trance de muerte. Fue con este objeto que fundó la Orden de los Clérigos regulares. Soportó, a su vez, con inalterable paciencia, cinco enfermedades sumamente penosas, que él llamaba las misericordias del Señor. A menudo se lo oía repetir estas palabras de San Francisco de Asís: “Tan grande es la felicidad que espero, que todas las penas se convierten para mí en motivo de alegría”. Durmiose en el Señor el 14 de julio de 1614, a la hora que él mismo había predicho.
Meditación sobre como sacar provecho de las enfermedades
- Dios nos envía a menudo enfermedades para retirarnos del pecado, para hacer que llevemos una vida más santa y, para que, mediante la meditación de la muerte, merezcamos una más alta recompensa. Agradezcámosle, pues, la enfermedad tanto como la salud, porque las aflicciones son presentes de Dios, menos agradables, sin duda, pero con frecuencia más útiles que la prosperidad. Repitamos con Job: Si hemos recibido los bienes de manos del Señor, ¿por qué no habríamos de recibir también los males?
- Dirijámonos a Dios y roguémosle como el mismo Jesucristo rogó al Padre eterno en el Huerto de los Olivos: “Padre mío, si ésa es vuestra voluntad, si vuestra gloria y mi salvación lo piden, cúrame, consuélame”. Cuando así hayas invocado a Dios, déjalo hacer y confórmate con lo que pueda sucederte. Por duras y penosas que sean nuestras aflicciones, todavía sufrimos menos de lo que merecemos (Salviano).
- Si Dios te deja en ese estado de sufrimiento, alábalo, agradécele, adora su amable Providencia; si te cura, acuérdate de que es para que lo sirvas. Cuídate de no pecar más; es la advertencia que daba Jesucristo a los enfermos que sanaba. Cumple todas las buenas resoluciones que hiciste y no pagues con ingratitud a tu amable bienhechor.
La resignación.
Orad por los moribundos.
OH DIOS, que habéis adornado a San Camilo con una caridad incomparable para las almas que luchan en la agonía, dignaos en vista de sus méritos, infundir en nosotros el espíritu de vuestro amor, a fin de que en nuestra hora postrera merezcamos triunfar del enemigo y alcanzar la corona celestial. Por J. C. N. S.
Fuentes: Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. | Tomo III; Patron Saints Index.
2 Comentarios
me parece muy bueno los puntos que hn recalcado se san camilo. yo trbajo en uno de sus hogares y cada dia me gusta mas conocerlo. realmente vio al mismo Dios en el enfermo y necesitado. por eso quiero aprender de èl y junto a èl seguir a CRISTO.
una de sus frases era. «los enfermos son pupila y corazón de Dios»
la Orden religiosa fundada por él se llama»ORDEN DE LOS CLERIGOS REGULARES MINISTROS DE LOS ENFERMOS», en donde la palabra ministro significa servidor.