Martirologio Romano
Martirologio del 15 de septiembre
- La fiesta de los Siete Dolores de la santísima Virgen María.
- En Roma, en la vía Nomentana, el triunfo de san Nicomedes, Presbítero y Mártir, el cual, como respondiese a los que le obligaban a ofrecer sacrificios: «Yo no sacrifico sino a Dios Omnipotente, que reina en los cielos», fue por mucho tiempo azotado con plomada, y en aquel tormento pasó al Señor.
- En Córdoba de España, los santos Mártires Emilas, Diácono y Jeremías, que en la persecución Arábiga, al cabo de larga y dura prisión, finalmente degollados por Cristo, consumaron el martirio.
- En territorio de Chalons, san Valeriano, Mártir, a quien el Presidente Prisco mandó colgar y despedazar cruelmente las carnes concunas de hierro, y por último, viéndole firme en la confesión de Cristo y perseverar alegre en las divinas alabanzas, lo hizo pasar a cuchillo.
- En Andrinópolis de Tracia, los santos Mártires Máximo, Teodoro y Asclepiodoto, que fueron coronados en tiempo del Emperador Maximiano.
- Igualmente, san Porfirio, comediante, que recibiendo por burla el Bautismo delante de Juliano Apóstata, se trocó repentinamente por la virtud de Dios, e hizo profesión de Cristiano, y al punto, por orden del mismo Emperador, al golpe del hacha fue coronado del martirio.
- El mismo día, san Nicetas, Godo, a quien el Rey Atanarico mandó quemar en odio a la fe católica.
- En Marcianópolis de Tracia, santa Melitina, Mártir, la cual, en tiempo del Emperador Antonino, de orden del Presidente Antíoco, conducida una y otra vez a los templos de los Gentiles, y cayendo siempre los ídolos por tierra, fue colgada y despedazada, y por último decapitada.
- En Toul de Francia, san Apro, Obispo.
- Igualmente, san Leobino, Obispo de Chartres.
- En Lyon de Francia, san Albino, Obispo.
- El mismo día, el tránsito de san Aicardo, Abad.
- En Francia, santa Eutropia, Viuda.
- En Génova, santa Catalina, Viuda, insigne por el desprecio del mundo y la caridad para con Dios.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
℟. Deo Gratias.
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