Martirologio Romano
Martirologio del 3 de Abril
- En Roma, el triunfo de san Sixto I, Papa y Mártir; el cual, en tiempo del Emperador Adriano, gobernó egregiamente a la Iglesia; y, por último, en el imperio de Antonino Pío, a trueque de ganar para sí a Cristo, sufrió de buen grado la muerte temporal.
- En Taormina de Sicilia, san Pancracio, Obispo; el cual selló con la sangre del martirio el Evangelio de Cristo, que, enviado allá por el Apóstol san Pedro, había predicado.
- En Tomis de Escitia, el triunfo de los santos Mártires Evagrio y Benigno.
- En Tiro de Fenicia, san Vulpiano, Mártir, que en la persecución de Maximiano Galerio, cosido con un áspid y un perro en una odre, fue sumergido en el mar.
- En Salónica, el martirio de las santas Vírgenes Ágape y Quionia, en tiempo del Emperador Diocleciano (bajo el cual había de padecer más tarde santa Irene Virgen, hermana de ellas). Ambas, rehusando negar a Cristo, maltratadas primero en la prisión y luego echadas en una hoguera, sin que recibieran daño de las llamas, allí mismo, después de orar al Señor, entregaron sus almas.
- En el monasterio de Medicio en Bitinia, el tránsito de San Nicetas, Abad, el cual en el imperio de León Armenio padeció mucho por el culto de las sagradas Imágenes, y, por fin, cerca a Constantinopla, descansó en paz.
- En Inglaterra, san Ricardo, Obispo de Chichester, esclarecido por la santidad y por la gloria de los milagros.
- En Bril, del territorio Meldense, santa Burgundófara, llamada también Fara, Abadesa y Virgen.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
℟. Deo Gratias.
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