Martirologio Romano
Martirologio del 4 de Mayo
- En Ostia, del Tíber, santa Mónica, madre de san Agustín, cuya preclara vida dejó atestiguada el mismo santo en el libro nono de sus Confesiones.
- En las minas de Fenón en Palestina, el triunfo de san Silvano, Obispo de Gaza; el cual, en la persecución del Emperador Diocleciano, por orden del César Galerio Maximiano, fue con muchísimos de sus Clérigos coronado del martirio.
- En Jerusalén, san Ciríaco, Obispo, que, visitando los Santos Lugares, fue allí muerto, imperando Juliano Apóstata.
- En Camerino, san Porfirio, Presbítero y Mártir, el cual, siendo Emperador Decio y Presidente Antíoco, por haber convertido a muchos (y entre ellos a san Venancio) a la fe de Cristo, fue decapitado.
- En las minas de Fenón, en Palestina, treinta y nueve santos Mártires, que, condenados a las dichas minas, después de sufrir las planchas de fuego y otros tormentos, fueron juntamente decapitados.
- En Lorch de la Nórica Ripense, san Florián, Mártir, el cual, imperando Diocleciano, por orden del Presidente Aquilino, fue arrojado al río Ems con una piedra atada al cuello.
- En Colonia, san Paulino, Mártir.
- En Tarso de Cilicia, santa Pelagia, Virgen y Mártir, que imperando Diocleciano, metida en un buey de bronce candente, consumió el martirio.
- En Nicomedia, el triunfo de santa Antonia, Mártir, la cual, después de sufrir varios y atroces tormentos, estuvo tres días colgada de un brazo, y dos años encarcelada; al fin, de orden del Presidente Prisciliano, mientras confesaba al Señor, fue quemada en la hoguera.
- En Milán, san Venerio, Obispo, cuyas virtudes atestigua san Juan Crisóstomo en una carta que le escribió.
- En el territorio de Perigord, san Sacerdote, Obispo de Limoges.
- En Hildesheim de Sajonia, san Godehardo, Obispo y Confesor, que fue canonizado por el Papa Inocencio II.
- En Auxerre, san Curcódomo, Diácono.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
℟. Deo Gratias.
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