Martirologio Romano
Martirologio del 9 de octubre
- En Roma, san Juan Leonardo, Confesor, Fundador de la Congregación de Clérigos Regulares de la Madre de Dios, ilustre por sus empresas y milagros; por cuya labor fueron instituidas las Misiones de la Propagación de la Fe.
- En París, el triunfo de los santos Mártires Dionisio Areopagita, Obispo, Rústico, Presbítero, y Eleuterio, Diácono. Dionisio bautizado por san Pablo Apóstol, fue ordenado primer Obispo de Atenas; después pasó a Roma, y de allí el Papa san Clemente le envió a evangelizar a las Galias; llegado a dicha capital y habiendo por algunos años desempeñado fielmente la labor que se le había confiado, por último, de orden del Prefecto Fescenino, después de diversos y gravísimos tormentos, junto con sus Compañeros pasado a cuchillo, consumó el martirio.
- Más información:
- El mismo día, la memoria de san Abraham, Patriarca y Padre de todos los creyentes.
- En Monte Casino, san Diosdado, Abad, que encerrado en una cárcel por el tirano Sicardo y consumido allí de hambre y miseria, entregó su espíritu
- En Julia, territorio de Parma, en la vía Claudia, san Domnino, Mártir, que, huyendo de la rabiosa persecución del Emperador Maximiano, fue apresado por los perseguidores y, atravesado con una espada, sucumbió gloriosamente.
- En Henao, san Gisleno, Obispo y Confesor, el cual, renunciando el Obispado, hizo vida de Monje en un monasterio que había edificado, y resplandeció en obras maravillosas.
- En Valencia de la España Tarraconense, san Luis Beltrán, de la Orden de Predicadores, Confesor, que, célebre por su espíritu apostólico, confirmó entre los Americanos, con la inocencia de su vida y muchos milagros, el Evangelio que les había predicado.
- En Jerusalén, los santos Andrónico y Atanasia, su mujer.
- En Antioquía, santa Publia, Abadesa, la cual, mientras cantaba con sus Monjas, al pasar Juliano Apóstata, aquellas palabras del Salmo: «Los ídolos de los Gentiles son oro y plata», y «sean semejantes a ellos los que los hacen»; por orden del Emperador fue abofeteada y ásperamente reprendida.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
℟. Deo Gratias.
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